Carboneros: un oficio extinguido. ¿o no?

Entre los recuerdos de mi más tierna infancia, en la Barcelona de alrededor del año 1960, hay tres tiendas en el barrio que eran fundamentales para nuestra vida diaria. El colmado, la bodega y el carbonero. La comida se compraba en el Mercat de Santa Caterina casi toda, pero el Sr. Quim del colmado nos proporcionaba todo el resto de avituallamiento que se necesita en una casa humilde, la Sra. Maria nos vendía el vino, la gaseosa y el imprescindible hielo para la nevera y el Sr. Paco, al que recuerdo como un hombre ya entrado en años, siempre envuelto en una capa de hollín, todo el día rompiendo trozos de carbón para hacerlos más pequeños y que cupiesen en la cocina, nos proporcionaba el carbón indispensable para cocinar.

Todo cambió el día que en casa entró la primera cocina de gas, y desde entonces prácticamente mi relación con el carbón y los carboneros se extinguió. Al poco el Sr. Paco se jubiló.

El carbón llegaba a las ciudades para alimentar las cocinillas, los braseros y las planchas de planchar la ropa. Hoy por hoy altos hornos, fábricas de armas, herreros y fundiciones utilizan otros combustibles y en las casas, diría yo que por suerte para nuestros bosques, tenemos otras fuentes de energía más limpias. En la actualidad el carbón vegetal es de uso poco habitual como fuente de poder calorífico doméstico y su producción en carboneras es una actividad más bien etnográfica que productiva.

Recientemente he hecho un viaje de prospección para posibles talleres fotográficos en Rumanía y allí me he reencontrado con el origen del carbón vegetal. He podido ver a los carboneros de hoy hacer y deshacer una carbonera. He podido compartir un tiempo con gente que, todavía hoy bien entrado el siglo XXI, producen carbón vegetal.

En una inmensa llanura del centro de Transilvania, rodeado de enormes robles y hayas, he podido contemplar el proceso completo de construcción y vaciado de una carbonera.

El proceso, laborioso y elaborado, pasa por diferentes fases: primero hay que cortar la leña, luego trasportarla, almacenarla, apilarla dentro del horno, sacarla después, dejarla enfriar y envasarla, todo ello manualmente, nos  argumentan estos carboneros. Con pequeñas leñas se levanta en el centro la chimenea. Y a partir de allí se va construyendo la carbonera a base de piezas de leña. Los trozos de leña más grandes se ponen en la parte baja sin que toquen el suelo, y conforme más pequeñas son se van poniendo más arriba; hasta completar el cono. Se aprovecha todo, me comentaron.

Una vez construida la carbonera se cubre bien con hojarasca o paja, y después con tierra (la capa de paja evita que la tierra entre dentro). A partir de aquí es cuando, con una “escalera” se accede hasta la parte alta y se mete fuego en su interior. Cerca de la punta del cono se hacen unos agujeros para facilitar la combustión y para que todo respire bien. Conforme se va quemando el interior se van haciendo agujeros más abajo, sabiendo que estos servirán para derivar la combustión hacia esa zona. Es importante que se vaya quemando todo a la vez. Cuando del agujero sale humo azul eso quiere decir que el carbón ya está hecho.

La cocción de estas carboneras de las fotos puede durar un mes y de cada una de ellas se extraen aproximadamente 50 toneladas de carbón. Comienza entonces el complicado proceso del enfriamiento, en el cual el carbonero retira parte de la tierra que la cubre, la limpia de objetos que pueden facilitar la entrada de oxígeno y evitar que se apague, y una vez limpia la vuelve a echar sobre la zona descubierta. Realizada esta operación, saca los troncos carbonizados de la parte superior, y espera su enfriamiento para proceder al desmonte. El trabajo de la carbonera finaliza con la tarea de extraer y cargar todo el carbón.

Para atender la carbonera durante el tiempo que dura su cocción, dirigirla y evitar que al menor descuido arda y se pierda el trabajo, los carboneros pasan semanas junto a ella viviendo en unas cabañas sin ninguna comodidad. Duermen sobre un camastro y pasan las veinticuatro horas del día con la misma ropa, sin desnudarse para dormir.

Cuando las condiciones climatológicas impiden la construcción de carboneras, en el mismo lugar utilizan hornos metálicos para cocer carbón. La producción debe seguir.

Con este sistema tradicional se obtiene un producto sólido, frágil y poroso, con un contenido en carbono del orden del 80%, cuya producción y calidad dependen de la habilidad del carbonero. Todo el proceso se basa en aislar la madera del aire, para así evitar que el oxígeno la incendie, y su cocción (pirolisis), a temperaturas entre 400 y 600º, tiene tres fases:

  • Entre los 30 y los 170 grados se deshidrata la madera y se liberan los aceites esenciales.
  • Entre los 170º y los 270º se desprenden muchos gases (CO2 y CO principalmente), y se destilan los líquidos acuosos.
  • Entre 270º y 600º se produce la pirólisis propiamente dicha, y se desprenden todos los materiales volátiles.

Calonda is a small village on the Gurghiu volcanic plateau having an altitude of 825-835 meters. Its western limit is the old way to Pauleni, the eastern is the Kopasz Peek (939m) an to the south it is limited by the Szilas Peek. The village belongs to Corund commune. The panorama of Calonda offers a unique view that deserves to be seen.

The process of carbonization is a very important source of living since the 19 Century. The charcoal-burners work from early spring until late autumn, work that requires at least three people. This job is a family tradition, inherited from father to son. The charcoal-burners seek in the woods for planet territories to burn coal. Sawn wood (oak, beech) should be put in order next to each other and one another. This is called “baksa”, and it is covered first with straw followed by soil until it gets a conical shape. Inside of it they leave a hole where lit the fire. The hole is filled with chunks and waste for the ignition of the fire. In the past these “baksa”-s were lit on the top. Slowly, with little smoke and steam it burns for 8-12 days. During this period of time one must always keep an eye on it. After the carbonization stage the coal is covered with coal dust to turn the fire off. This takes at least 2-3 more working days. Coal is collected and packed in bags for transportation. The complete process takes about 18-20 days depending on weather circumstances.

There is another method for coal preparation, burning it in a boiler, but this process produces a lot of smoke.

In the past coal carts traveled from city to city, from village to village, and the product was purchased by locksmiths, blacksmiths, tinkers, craftsmen and also housewives. They used coal in furnaces and boilers and for heating the irons. Today this product coal is used for grill purposes, for water and air filter devices.         

Joan Roca es fotógrafo residente en la actualidad en Madrid, España. La fotografía para él es una pasión a la que le dedica todo su tiempo. Comparte experiencias y viajes con reducidos grupos de alumnos por algunos de los lugares más emblemáticos del continente americano. Realiza asimismo talleres en España, tanto en aula como en el campo. También en Facebook, FlickrTwitterPortfoliopropuestas de viajes y talleres

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