El Pantanal de Brasil (4)

no images were found

Culturas humanas

Hasta antes de la introducción de la ganadería en el Pantanal, la llanura de aluvión estuvo habitada por varias etnias nativas. Algunas de éstas ocupaban las llanuras aluviales todo el año, yendo de un lugar a otro en busca de recursos, mientras que otras la visitaban únicamente en ciertas épocas para recolectar moluscos y frutos y para cazar. Las pinturas rupestres que se encuentran en varios lugares de la región atestiguan su presencia. Los payaguá, ancestros de los guató, y los guaicurú estaban perfectamente adaptados a la vida en las llanuras aluviales y eran famosos por sus habilidades con la canoa y el manejo del caballo. Sus guerreros fueron una pesadilla para las primeras expediciones de bandeirantes, los famosos pioneros brasileños que andaban en busca de El Dorado. En la actualidad sólo queda un puñado de indígenas guató, quienes viven en los alrededores del Parque Nacional Pantanal, situado al norte. Los guaicurú, por el contrario, recibieron de manos de los portugueses una reserva de 500.000 hectáreas, ubicada en la parte sur del Pantanal, a modo de recompensa por haberles ayudado a guerrear contra los españoles. Estas tierras situadas entre la Sierra de Bodoquena y Porto Murtinho, en una región denominada Nabileque, hoy se encuentran ocupadas por los kadiweu, descendientes de los guaicurú. Los kadiweu conservan todavía una sólida identidad cultural que se refleja en la excelente cerámica que producen, algunas de cuyas piezas se encuentran a la venta en distintas partes de Brasil. Hubo otros grupos de indígenas que ocasionalmente penetraron en Pantanal, como los kayapó y los terena. Estos últimos ocupan actualmente unas pequeñas áreas en los linderos de Pantanal, donde subsisten vendiendo diversos productos a los poblados circunvecinos.

no images were found

Los primeros colonizadores empezaron a invadir el Pantanal sobre la estela de la Fiebre del Oro que se suscitó en la región Cuiabá/Poconé durante el siglo XIX. Algunas familias se establecieron en los pastizales de mejor calidad y construyeron allí fincas ganaderas. Estos colonos se multiplicaron enormemente durante las dos guerras mundiales, con el auge de las industrias enlatadoras de carne de res. Estas fábricas, llamadas charqueadas, se establecieron estratégicamente sobre el río Paraguay para facilitar los embarques hacia Europa. Corumbá fue el centro comercial de la época y sus ganaderos prosperaron mucho. En aquel entonces, algunas compañías británicas contaban también con propiedades entre las que destaca la famosa Estancia Miranda, adquirida posteriormente por la familia Klabin, y a la que tiempo después se le anexionó el Refugio Ecológico Caimán para construir uno de los sitios turísticos más conocidos del Pantanal. El estilo tradicional de ganadería extensiva estableció un balance no intencional entre el ganado bovino y la fauna silvestre. Lo anterior, aunado a la escasa población humana, la enorme extensión de las fincas (Estancia Miranda actualmente tiene más de 64.000 hectáreas), la dificultad de acceso por carretera y la escasa actividad cinegética, pues se disponía de carne de res fresca o seca en abundancia, ayudó a conservar las espectaculares poblaciones de la fauna salvaje y a mantener en estado de área silvestre prístina el Pantanal.

En la actualidad, la población humana del Pantanal es muy reducida. Aunque la parte correspondiente a Brasil cuenta con alrededor de 1.100.000 habitantes, la mayoría de éstos vive concentrada en poblados y pequeños caseríos situados en torno a la región, con las principales aglomeraciones en los municipios de Corumbá, Cuiabá, Miranda, Aquidauana, Cáceres y Coxim. Tan solo el conjunto Cuiabá-Vareza Grande alberga cerca de 700.000 personas. En el resto del Pantanal brasileño, la población humana asciende a sólo 56.000 individuos. Las partes paraguaya y boliviana cuentan todavía con menos habitantes. En el Pantanal boliviano se cuentan menos de 16.800 personas, y sólo 8.400 en el Pantanal paraguayo. En total, esto significa una densidad humana de sólo 0,4 habitantes/km2. Gran parte de la tierra está dividida en enormes fazendas o haciendas ganaderas, algunas de las cuales tienen más de 100.000 ha.

Parte 5 y última

Share
error: Content is protected !!