Iglesias de madera de Maramures, Rumanía

Maramures, región situada al norte de Rumanía que linda con Ucrania, representa un lugar ideal para aquellos que quieran descubrir una civilización rural tradicional sin agobios y sin prisas y en donde aún es posible disfrutar de sus costumbres de épocas que no se corresponden con el siglo XXI.

Es una región llena de particularidades sobre todo en lo referente a su folklore, no en vano sus gentes hacen gala de ser los descendientes directos de los antiguos dacios. Transitar por sus carreteras, es descubrir a cada instante cuadros que nos transportan al pasado y todavía es posible descubrir sus tradicionales mercadillos donde la gente viste con sus típicos trajes.

La paz y la calma que se respiran en la región de Maramures no tiene precio. El carácter tradicional de sus gentes es una de las principales señas de identidad de un pueblo que guarda en su interior grandes joyas. Bosques, lagos, ríos, pequeños pueblos y caminos en los que pastan tranquilamente rebaños de ovejas y cabras… y ocho iglesias de madera consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999. Allí se encuentra la mayor densidad de monumentos de la Unesco por metro cuadrado del mundo. Además, en cada una de las comunidades locales existen iglesias parecidas. Es una prueba de la espiritualidad de los ciudadanos de aquella zona.

Estas iglesias de madera están en multitud de pueblos, casi siempre con unas características comunes: situadas en mitad de un cementerio al que se accede por una verja de madera tallada. Corona la iglesia un alto pináculo, y si lo rodean cuatro torrecillas, significa que este edificio era sede de jurisdicción. En su interior, existe una clara división entre el pronaos, reservada a las mujeres, y naos, donde se sitúan los hombres. Casi todas estas iglesias están realizadas por sus propios habitantes y algunas de ellas tienen pinturas directamente realizadas sobre la madera.

Las ocho iglesias de madera que forman el conjunto de Maramures constituyen otros tantos ejemplos notables de la adopción de soluciones arquitectónicas emanadas de períodos y regiones diferentes. Son una muestra de la diversidad de diseños y técnicas artesanales utilizados para realizar este tipo de construcciones altas y estrechas, que poseen un esbelto campanario en su lado oeste y están cubiertas con techumbres sencillas o dobles de tejas planas de madera. Estos templos son exponentes de una expresión artística autóctona, muy característica del paisaje cultural de la región montañosa del norte de Romania en la que se hallan.

Estas ocho iglesias son:
La Iglesia de la Presentación de la Virgen en el Templo, en Barsana
La Iglesia de San Nicolás, en Budesti
La Iglesia de la Santa Paraskeva, en Desesti
La Iglesia de la Natividad de la Virgen, en Leud
La Iglesia de los Santos Arcángeles, en Plopis
La Iglesia de la Santa Parasceve, en Poienile Izei
La Iglesia de los Santos Arcángeles, en Rogoz
La Iglesia de los Santos Arcángeles, en Surdesti

La más antigua de todas ellas es la Iglesia de la Santa Paraskeva, que fue construida a principios del siglo XVII. Todas tienen su encanto particular, especialmente porque se sitúan en medio del paisaje montañoso y del estilo tradicional de las gentes de Maramures. Son construcciones pintorescas, muy decoradas interiormente, que se enmarañan en el corazón de los bosques que cubren esa región de Rumanía.

Visita mi galería de fotografías de las iglesias de madera de Maramures

Share
error: Content is protected !!