Para entrar en el norte de Pantanal, Mato Grosso, Brasil, por la famosa carretera (camino diría yo) Transpantaneira, es obligado el paso por la ciudad de Cuiabá capital del mencionado estado.
Estando en esta ciudad podemos acercarnos a un lugar ideal para los amantes de la Naturaleza. Se encuentra a unos pocos kilómetros de ésta y muy cerca de la ciudad Chapada dos Guimarães. Se trata de un maravilloso parque de grandes dimensiones que cuenta con una gran cantidad de atractivos, desde una impresionante vegetación hasta cascadas y pequeñas lagunas donde incluso podremos bañarnos.
El Parque Nacional de Chapada dos Guimarães cuenta con un total de 33.000 hectáreas de absoluta naturaleza, que se caracteriza por tener formaciones rocosas de arenisca que emergen sobre un terreno llano.
El centro geográfico de América del Sur, anteriormente considerado en la ciudad de Cuiabá, donde está marcado con un obelisco de mármol blanco, está de hecho localizado en éste parque, en el Mirador de Geodésia.
Quienes lo visitan tienen la posibilidad de recorrer los distintos sectores a través de senderos, desde los cuales se aprecia lo mejor de la fauna y flora de esta región del continente. Podremos ver allí diferentes paisajes con elevaciones rocosas, cascadas, pantanos y una gran cantidad de sorpresas, ya que el panorama va cambiando en cada kilómetro que se recorre.
El lugar más buscado es el denominado Velo de Novia, que consiste en una caída de agua desde 86 metros de altura sobre una pequeña laguna, que suele verse colmado de gente bañándose.
Las temperaturas suelen ser muy elevadas, ya que la media ronda los 24 grados y las máximas superan ampliamente los 30, por lo que se deben tomar las medidas de precaución antes de visitarlo. El parque está amenazado por incendios en el período frío, seco y ventoso del año, a menudo causados por actividades humanas cerca o dentro del parque. Los relámpagos no parecen ser una causa importante, ya que suelen ir seguidos de lluvia.
La fauna incluye al jaguar, el venado de las pampas, mono aullador, tapir, oso hormiguero gigante, armadillo gigante, lobo guarida, emú y la seriema (ave). Loros, vencejos y guacamayas rojas anidan en los acantilados de arenisca.
