Epipactis cardina

Epipactis cardina Benito & C.E.Hermos. in Estud. Mus. Cienc. Nat. Álava 13: 109 (1998).

Rizoma cilíndrico, con raíces carnosas, finas, numerosas. Tallos 20-60 cm, de ordinario solitarios o 2-8, erguidos, marcadamente divaricados en la base, lisos, glabros en la base y densamente pelosos en su parte superior, por lo general ± violáceos en toda su longitud, con 2-3 escamas basales envainadoras, escariosas, violáceas, agudas o truncadas. Hojas caulinares 10, de 4-10 × 2-5 cm, dísticas y distribuidas a lo largo del tallo –la inferior, casi en contacto con el suelo–, más largas que los entrenudos, poco o nada amplexicaules, patentes, notablemente arqueadas hacia abajo, oval-lanceoladas –relación longitud/anchura = 1-3–, agudas, carinadas, coriáceas, de color verde obscuro, de ordinario completamente teñidas de violeta –al menos, en el envés–, de márgenes marcadamente ondulados, con denticulación regular –constituida por dentículos blanquecinos, de tamaño uniforme, no unidos por la base, a menudo dispuestos en dos filas paralelas–; las superiores oval-lanceoladas, más pequeñas, muy similares a las brácteas inferiores. Inflorescencia 8-25 cm, ± cilíndrica, de ordinario unilateral, con el eje densamente peloso –a menudo, ceniciento– y de ordinario purpúreo, bastante densa, casi en contacto con la hoja superior, con 15-35 flores, alógamas, campanuladas, cortamente pediceladas, patentes, que se abren de la base al ápice de la inflorescencia, no olorosas; bráctea de la flor basal 30-60 × 4-10(19) mm, mucho más larga que ella –relación longitud de la bráctea/longitud del ovario = (4)5-7(9)–, oval-lanceolada, aguda, foliácea, verde, con tonalidades purpúreas, de ordinario patente o arqueada hacia abajo. Sépalos carinados, pelosos, de un color que va de verde amarillento, ceniciento, a verde oliváceo, asimismo ceniciento –a menudo, con tintes violáceos–, en su cara externa, glabros y de un verde amarillento –de ordinario, con tintes purpúreos– en su cara interna, totalmente marchitos al comienzo de la maduración del fruto; los laterales 9-10 × 4,5-5 mm, oval-lanceolados, acuminados, poco asimétricos en la base; el central casi igual, ± aplicado a los pétalos. Pétalos laterales 8-9 × 44,5 mm, oval-lanceolados, carinados, acuminados, glabros o poco pelosos en su cara externa y de color similar al de los sépalos –o algo más purpúreo– en su cara interna; labelo 7-9 × 4-5 mm, de longitud poco menor que la del resto de las piezas periánticas; hipoquilo 3,8-4,5 mm, nectarífero, de un verde oliváceo –con los márgenes blanquecinos o rosados– por su cara externa –a veces, con tintes violáceos–, y de un rojizo violáceo, brillante, por su cara interna; epiquilo 3,8-4,2 × 3,5-4 mm, casi plano o ligeramente convexo, anchamente cordiforme, con el ápice reflejo, terminado en breve punta, levemente crenulado en el margen, glabro, de color purpúreo o violáceo, a veces con tintes parduscos, ancho en la base en su unión con el hipoquilo –por lo que no es móvil–, base donde tiene dos pliegues notables, generalmente purpúreos o rosados, de ordinario ornamentados –verruculosos–, casi contiguos, a menudo separados por un surco poco profundo. Antera triangular-redondeada, de un blanco verdoso; polinios coherentes, blanquecinos. Ovario 6-8 × 3-4 mm, globoso –1,5-2 veces más largo que ancho–, ± densamente peloso, de un verde obscuro o pardo purpúreo –con tintes violáceos, al menos, en las costillas–, ± ceniciento, sobre un pedicelo corto y de ordinario violáceo en la base; estigma cuadrangular, no curvado hacia atrás ni en contacto con los polinios. Fruto 11-14 × 8-10 mm, de globoso a oblongo, patente o ligeramente péndulo, con 6 costillas, ± peloso. Semillas 0,7-0,9 × 0,2-0,3 mm, de color pardusco.

Se encuentra en pinares, claros de bosques y matorrales esclerofilos, en áreas bastante iluminadas de zonas montañosas elevadas, de ordinario en substratos secos, principalmente básicos; 1200-1800 m.

Observaciones.–Taxon que muestra una amplia variabilidad en lo que respecta a la morfología foliar, la densidad del indumento de tallos, ovario y fruto, así como en la ornamentación de los surcos del epiquilo. Algunos autores han sugerido que daría cabida en su seno a un cortejo de formas hibridógenas, aún no estabilizadas, originadas a partir de E. kleinii y E. tremolsii. Ello vendría apoyado por el hecho de que en las poblaciones naturales se observa una notable variación en el porte, disposición de las hojas y ornamentación de los pliegues del epiquilo, de modo que junto a ejemplares típicos de E. cardina se presentan otros que parecen establecer una variación continua –en lo que a tales caracteres respecta– entre dichos taxones.

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