El Pantanal de Brasil (2)

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Biodiversidad

El Pantanal es una de las áreas más espectaculares de la Tierra en cuanto a vida silvestre se refiere y el único lugar de Sudamérica capaz de competir con las sabanas del este y el sur de África, respecto a concentraciones verdaderamente asombrosas de aves, mamíferos y reptiles grandes y notorios. En lo referente a biodiversidad general es moderadamente rica en número de especies, pero muy baja en endemismos pues la vasta mayoría de sus especies existen también en biomasas adyacentes.

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Es de señalar la importancia del Pantanal como depósito de especies generalistas, capaces de resistir y evolucionar como biomasa. Los humedales del Pantanal son sitios reproductivos indispensables para ciertas especies amenazadas no endémicas, de modo que las poblaciones del Pantanal, por lo mismo, pueden ser utilizadas en el futuro para recolonizar las áreas de distribución originales.

La diversidad de las plantas vasculares es de unas 3.500 especies, ninguna de ellas endémica. Sin embargo, durante una reciente expedición llevada a cabo por Conservation International, los científicos que trabajaron en la parte sur de Pantanal encontraron 431 especies o morfoespecies de plantas vasculares que en su mayoría fueron citadas por primera vez en los lugares estudiados. En otras palabras, se sabe relativamente poco sobre la distribución de plantas en la región, lo que significa que aún cabe la posibilidad de descubrir algunas que sean endémicas.

Aunque la diversidad de los vertebrados es moderadamente alta, ésta resulta, una vez más, pobre en endemismos. Los mamíferos están representados por 124 especies, los reptiles por 177 especies, y los anfibios por 41 especies. Pantanal también alberga como mínimo 423 especies de aves. Pese a que no existen aves endémicas, una especie, el güito puente blanco (Synallaxis albilora), tiene por área de distribución casi exclusiva el Pantanal. Los peces de agua dulce son muy diversos y aún se descubren con cierta regularidad nuevas especies, habiéndose registrado hasta la fecha 325 en Pantanal. A diferencia de otros vertebrados, al parecer sí hay endemismos entre la ictiofauna, pues al menos 15 especies se encuentran restringidas al Pantanal, localizándose la mayoría de ellas en las aguas de la desembocadura de los tributarios del río Paraguay.

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En cuanto a tipos de vegetación, también existe una diversidad considerable en Pantanal, lo que depende en parte del grado de inundación, el tipo de suelo, la topografía y la presencia de intrusos en los ecosistemas circundantes. En las áreas inundadas prevalecen las especies del Cerrado; en los límites septentrionales se observan más formas amazónicas, y en los lugares más altos y secos existe incluso un elemento xerofítico reminiscente de la vegetación de las regiones áridas del Chaco y la Caatinga en Paraguay y del noreste de Brasil. En su conjunto, la región es un mosaico diverso de pantanos, bosques de galería, matorrales de las riberas lacustres, bosque subcaducifolio y varios tipos de sabana, que juntos se denominan el “Complejo del Pantanal”. Algunos investigadores reconocen, además, las relaciones existentes entre este bioma y las mesetas circundantes de la tierra firme de Brasil, refiriéndose a la cuenca entera del alto Paraguay como el “Gran Pantanal”. Si se incluyera esta región aún más extensa, el ecosistema del Pantanal aumentaría sus dimensiones a 650.000 km2.

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Las áreas de Pantanal permanentemente inundadas, que se conocen localmente como baias y corixos, se caracterizan por la presencia de especies como el lirio acuático o aguapé. (Eichornia spp.), la especie del Pantanal del loto gigante del Amazonas o victoria regia (Victoria amazónica) y la lechuga acuática o erva-de-santa-lizia (Pistia stratiotes), junto con especies de aguas someras como Salvinia spp. y Nymphaea spp. También son comunes los pastizales naturales abiertos, o campos limpios, donde predominan algunas especies de pastos nativos entre las que destacan los llamados capins-mimosos (Paratheria spp., Setaria spp. y Reimaria spp.) Estas comunidades se encuentran por lo general en tierras bajas denominadas vazantes, que a menudo se inundan estacionalmente y pueden tener islotes cubiertos de bosques llamados capões. Estos últimos se caracterizan por la presencia de especies como el gonçalo-alves (Astronium spp.), higueras (Ficus spp.), angico-vermelho (Anadenanthera spp.) piúva o ipê-roxo (Tabebuia spp.) y cambará (Vochysia divergens). Otro tipo de bosque, con presencia en Pantanal, se conoce con el nombre de paratudo, en vista de la abundancia del árbol del mismo nombre (Tabebuia aurea), pariente de tronco grueso y corteza áspera del ampliamente distribuido ipê-amarello del Cerrado; el nombre de paratudo, o “bueno para todo”, alude a su uso como remedio para la diarrea. En ocasiones, los pastizales se entrecruzan con densos manchones de árboles cuyo nombre hace referencia a la especie predominante; por ejemplo, los paratudais son arboledas donde predomina el paratudo (Tabebuia aurea); los carandazais están formados por la elegante palma de la cera caranday o caranda (Copernicia alba), que llega a medir 10 metros de altura y en los buritizais predomina una palma, igualmente hermosa y con forma de espátula, llamada buriti (Mauritia vinífera).

Las riberas de los muchos ríos y arroyos de Pantanal soportan bosques de galería. Éstos se caracterizan por la presencia de especies como el genipapo (Genipa americana), el pau-de-novato (Triplaris americana), y varias higueras (Ficus spp.) el embaúba (Cecropia spp.) y el inga (Inga spp.). El pau-de-novato, o “árbol del novato”, debe este interesante nombre a su estrecha relación con unas pequeñas pero agresivas hormigas. El trabajador inexperto que derriba este árbol al desmontar un terreno o lo utiliza para colgar su hamaca, no tarda en aprender el origen del nombre, pues enseguida le caen encima cientos de hormigas. En estos bosques también son comunes las palmas, en particular las pequeñas palmas tucum (Bactris spp.) y acuri (Scheela phalerata).

En las pocas áreas altas del Pantanal, las especies del Cerrado son sustituidas por especies de cactáceas, en particular del género Cereus, así como bromeliáceas del género Dyckia. Estas especies, características de regiones más áridas como la Caatinga, se establecen principalmente en las rocas calcáreas.

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Parte 3

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